¿Por qué existe el fracaso en la vida?. Esta es una pregunta que plantea David Casares y Alfonso Siliceo, ambos reconocidos asesores de empresas y autores del libro «Planeación de vida y Carrera» con el propósito de que cada lector llegue a sus propias conclusiones a partir de la reflexión exponiendo tres factores que son determinantes para el éxito o fracaso de nuestro universo personal.
Primero que nada ¿Qué significa tener éxito en la vida? Es interesante hacer una encuesta para saber cómo se concibe el éxito entre quienes nos rodean ¿Qué responderían nuestros conocidos, familiares o amigos?… Bueno, el éxito, se relaciona a menudo con la fama, el poder y el dinero, consecuencias lógicas de que algo se está haciendo bien ¿cierto?… Cada quien tendrá su propio concepto, para mí, tener éxito en la vida va más allá de hacerlo bien, también debe sentirse bien, a felicidad !felicidad cada día! satisfecho de quién eres, lo qué haces, cómo vives y hacia dónde te diriges, en una búsqueda constante de evolución y trascendencia compartiendo lo aprendido en beneficio del bien común.
Conoce las recomendaciones de Casares y Ciliceo, reflexiona y saca tus propias conclusiones, aquí te dejo 3 factores que según estos expertos son de vital importancia para el éxito o fracaso en cada etapa de la vida.
El primer paso es tener un profundo conocimiento de nosotros mismos, nuestras capacidades y limitaciones. Una buena práctica en cualquier etapa de la vida puesto que estamos en constante cambio.
Debemos tener claro todo aquello que nos causa interés y gusto hasta el punto de apasionarnos y aquello que aburre y fastidia hasta el sufrimiento, reconocer nuestras limitaciones y trabajar aquellas que nos interesa así como preguntarnos si somos parte de un ambiente que simpatice con nuestros valores y principios y donde podamos potencializar nuestras capacidades y llegar hacia donde queremos. Amarnos a nosotros mismos y como solo se ama a través del conocimiento. Conocernos y aceptarnos nos dará la autoestima necesaria para luchar por lo que queremos.
Gustos: ¿Cuándo me he sentido más yo mismo y cuándo me he sentido menos yo mismo? Recordando los eventos, etapas y situaciones de nuestra vida
Capacidades: ¿Qué es lo que más y menos me gusta de mí? Cualidades, habilidades, valores, actitudes, fuerzas, potencias, etc…
Limitaciones: Una lista de las cosas que hacemos mal y que por alguna razón debemos o queremos hacerlas, dejando de lado las que carecen de nuestro interés.
Capacitación: Cosas que me gustaría aprender a hacer o seguirme capacitando.
Puedes hacer el ejercicio de responder estos cuestionamientos y hacer la reflexión comparativa sobre lo que eres vs lo que quieres ser. Y lo que es lo más importante ¡ACEPTARLO! Aceptarnos tal cual somos.
!ELEGIR ES QUERER! para aquellos que están acostumbrados a decir que se vieron obligados.
Decisión: Integración entre la cabeza y el impulso, tomando en cuenta la experiencia vivida y la información que se tiene al alcance.
Hacerlo correctamente es determinante para el éxito o el fracaso, pero… ¿Sabemos tomar las mejores decisiones para nuestro éxito?. Esto puede depender de nuestra personalidad.
El perfeccionista
Quiere utilizar tanto la cabeza que se le va la vida pensando sin poder decidirse y llega tarde al momento de elegir, en el fondo se siente inseguro de sus propias capacidades y necesita asegurarse demasiado, algunos viven en la duda eterna, sin decidirse jamás. Tienen problemas en aceptar sus limites y quieren lo imposible.
El impulsivo
Le hace caso únicamente a su entusiasmo sin reflexionar en las consecuencias de su decisión, decide por impulso, sin la suficiente información o experiencia y luego descubre que se ha equivocado, este tipo de personas no usan la cabeza, sus decisiones son pasajeras y pronto les pasa el entusiasmo. Creen que no tienen limites y que con sólo desear algo, se les asegura el éxito.
El escéptico
Se siente tan abrumado por la responsabilidad que implica una decisión importante que decide por sus corazonadas, no quiere dedicarle atención y esfuerzo a algo que pueda ser una equivocación, nada le apasiona, a nada se entrega, de esta manera , si se equivoca no le dolerá, pues no se había comprometido verdaderamente, su miedo al fracaso le impide arriesgarse.
Persona integrada
Hace caso a sus impulsos, sentimientos y corazonadas, pero al mismo tiempo usa la cabeza, sabe que tomar una decisión importante le exige responsabilizarse de tener la información suficiente de lo que es y de lo que quiere ser para reducir al máximo la probabilidad de error. Recurre a su experiencia pasada para tener en cuenta los aciertos o equivocaciones y toma en cuenta que a pesar de todas las cautelas puede equivocarse y por tanto , aún después de su decisión queda abierto a modificaciones en el rumbo.
Dedicar tiempo a conocer a profundidad las posibilidades del cambio que se necesita, un nuevo empleo, otra carrera u ocupación o quizás solo necesitemos un complemento, llevar a cabo una segunda pasión o más, si sientes que el mundo se cierra a las posibilidades es porque seguramente hay paradigmas que deben romperse. Me gustan las palabras de Emilie Wapnick; Fundadora de puttylike.com «Reconciliémonos con el cableado interno, eso nos lleva a una vida más auténtica y feliz»
Debemos superar el miedo al fracaso cuando amas lo que haces y el resultado no es el esperado, solo hay que perfeccionar la técnica y eso sólo sucede a prueba y error.
Si hoy fuese el último día de tu vida ¿Querrías hacer lo que vas a hacer hoy?…
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