Gracias a su éxito, cada vez son más las marcas que adoptan el storytelling como parte de su estrategia de posicionamiento y crecimiento de ventas. Estudios de prensa y comunicación afirman que las empresas con storytelling aumentan sus posibilidades de venta hasta un 75%, lo que no es exclusivo del ramo B2C, Google en asociación con Motista y CEB realizaron un estudio donde se determinó que es más probable que el 50% de los compradores B2B compren si se conectan emocionalmente con la marca, y no es de sorprender, aunque la compra de este tipo de negocios tiene una esencia racional, lo cierto es que, cuando se tiene más de una opción ganadora, el desempate lo define el corazón y no la mente. El 68.8% de los compradores B2B, según este mismo estudio, están dispuestos incluso a pagar un precio más alto para hacer negocios con una marca en la que creen y perciben como honesta y compañías como LinkedIn, Cisco, Intel o Microsoft son buenos ejemplos de este entendimiento.
Tan sencillo como contar una historia, el storytelling es el arte de inspirar y conectar con el público despertando emociones y determinando al mismo tiempo los valores y la personalidad de la marca o empresa.
Contar los orígenes de una empresa es una excelente forma de decir “Quiénes somos” mostrando las virtudes y los valores de la organización y sus líderes, ¿Quién no recuerda historias de marca como la de Apple o Facebook?. Hablar de tu oferta comercial de forma distinta a la tradicional muestra de características del producto con storytelling, permite ir más allá del valor per se del producto o servicio, dándole un sentido más profundo a la marca. Buenos ejemplos se encuentran en marcas como Nike, que no vende calzado, vende atrevimiento. Netflix no vende suscripciones, vende cine en casa, Rolex no vende relojes, vende estatus, Coca Cola, no vende gaseosas, vende unión familiar, y ello se muestra a través de historias bien contadas donde el cliente es el protagonista.
Tenemos 22 veces más probabilidades de recordar un hecho cuando se envuelve en una historia ¿por qué? Las historias activan hormonas como dopamina y oxitocina, entre otras. La narración, es por definición dopamina, poniéndonos en un estado de relajación, enfoque y motivación positiva, logrando un incremento de la retención de memoria, la oxitocina nos provoca un estado de generosidad y confianza, y a partir de la empatía, se genera un vínculo. Exponer valores que conecten con el público objetivo dará credibilidad a la marca y posicionamiento positivo en la mente del consumidor.
A continuación te muestro 3 de mis ejemplos favoritos:
Always
La campaña #LikeAGirl que hizo una crítica a la frase sexista “lo haces como una chica” y tuvo gran éxito en redes sociales, pues se dio un 4339% de nuevas suscripciones en YouTube y más de 170 mil tweets en los primeros meses, haciéndose acreedora de un premio por el impacto que tuvo en la audiencia, pues más del 60% de las mujeres y hombres que vieron el video, cambiaron de opinión respecto a la frase.
Gillette
Esta campaña es una crítica más al estereotipo sexista del hombre mostrándolo como violento y sobrepasado , incentivando a hacer un cambio para sacar lo mejor de este género, desde las generaciones más jóvenes. Este anuncio aún es un éxito en redes sociales.
Nike
Nike no puede faltar en cualquier ejemplo de stoytelling, es la abeja reina en el uso de esta estrategia y como podemos ver en muchas de sus historias, la música es parte fundamental de la emoción que se transmite, así como frases que llaman a la acción como «Just Do it».
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